martes, 24 de octubre de 2017

Evita los riesgos financieros más comunes antes de iniciar tu negocio

Una administración prudente te traerá estabilidad financiera.
En una economía bastante desbalanceada, compitiendo por un puesto entre los mejores del mercado, es común ser susceptible a los altos y los bajos. Aún cuando se tomen todas las previsiones, las empresas pueden sucumbir ante un bajón económico o, al contrario, verse beneficiados por la caída de su competencia.

Esto no quiere decir que la estabilidad empresarial depende enteramente de los vaivenes de las finanzas. Un negocio responsable y con una gestión impecable sabe a qué atenerse y cómo reaccionar en caso de un riesgo financiero.

Asesores Balor siempre está al día con las tendencias en el mundo de los negocios. Nuestros profesionales están capacitados para ofrecerte los mejores consejos y asesorías a la hora de iniciar o mantener un negocio. Por eso, recurre siempre a las personas indicadas y evita los riesgos financieros más comunes.

¿Riesgo financiero o finanzas riesgosas?
Un riesgo financiero se refiere a las posibilidades (azarosas o controladas) que afectan negativamente el capital de una empresa o un inversionista. Los riesgos se pueden clasificar de acuerdo a su naturaleza de origen, su impacto en el bolsillo y su influencia en la bolsa de mercado.

A veces las estrategias teóricas son muy distintas a las prácticas. Aunque conozcamos todas las situaciones de riesgo financiero, no podremos saber cómo reaccionar sin habernos topado con ellas fuera de los libros de contabilidad. Sin embargo, con una gestión administrativa prudente y adecuada, los empleados y jefes de una empresa pueden superponerse a cualquier siniestro.

Los casos más comunes de riesgos financieros se relacionan directamente con el balance del mercado. Los riesgos de cambio (fluctuaciones en el valor de la unidad monetaria), legales (cambios en las normativas de un país) o sistémicos (desvaríos en la economía de un Estado), no están bajo el control de la empresa, aunque es posible predecir su movimiento con una gestión adecuada.

Ahora bien, aquellos riesgos de crédito (la morosidad considerable tras pedir un crédito innecesario), de tasas de interés (desbalance de las tasas variables), de insuficiencia patrimonial (falta de capital) o de liquidez de fondos dependen enteramente del desempeño de la empresa.

¿Cómo evaluar los riesgos financieros?
Los riesgos financieros están a la orden del día.  Las posibilidades de salir perjudicados tras una decisión financiera se presentan con tanta frecuencia como las oportunidades de crecimiento. En consecuencia, todas las empresas están expuestas a cualquier irregularidad en sus métodos y trabajos.

Pese a esto, las gestiones de riesgos se enfocan, principalmente, en prevenir y/o controlar este tipo de eventos. Para eso, deben realizar exámenes exhaustivos que calculen las condiciones actuales de la empresa, su estado financiero, sus recursos materiales y humanos, su desempeño en un período de tiempo, entre otros factores. Si la empresa apenas se está abriendo camino, es necesario evaluar el mercado y adaptar las futuras estrategias y culturas.

Hecho esto, el contacto con el mercado y el cliente es vital para fortalecer las gestiones de riesgo. Si se presentan irregularidades con el servicio, el cliente evaluará negativamente su calidad. Por ello, se recomienda estar siempre atentos a las innovaciones que presenta el mercado continuamente.

Para una empresa que está comenzando a levantarse, o para aquellas con algo más de experiencia, es esencial que cuenten con estrategias flexibles y pertinentes al caso. Aquí en Asesores Balor, apoyamos a nuestros clientes en cualquier ámbito. ¡Cuenta con nosotros y sigue trabajando hasta alcanzar el éxito!
Prevenir posibles bajadas en tu índice laboral depende de ti.


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