jueves, 7 de septiembre de 2017

Cultura empresarial: define los primeros pasos de tu negocio

Las políticas generales de la empresa fomentan los sistemas de gestión.

Empezar una idea de negocio no es algo sencillo. Para poder validarla, es necesario pautar algunas limitaciones que faciliten su práctica. Por supuesto, estas limitaciones son meramente imaginarias. Tu empresa debe contar con un plan de trabajo y, para ello, conocer exactamente a qué atenerse es una buena forma de empezarlo.

¿Qué es la cultura empresarial?
La eficiencia de una empresa no depende solamente de su calidad profesional. No basta solamente con satisfacer al cliente, sino de crecer constantemente y posicionarse en la cima de la competencia.

Por esta razón, una empresa preocupada por su desarrollo tiene una meta ambiciosa, y sabe perfectamente cómo alcanzarla paso tras paso. Pero para esto, requiere de un gran esfuerzo interno y, por supuesto, de un trabajo previo a la práctica con el cliente.

La cultura empresarial dibuja la identidad fija de un negocio ante su capital humano. Es el primer punto de partida que advierte el camino en el plano industrial. Además de marcar las decisiones financieras, representadas en la actitud y aptitud en su trabajo, también delimitan la misión, visión y objetivos de la empresa.
  • La misión es la razón de ser de una empresa en el campo laboral. Definir una misión práctica y sencilla dará paso a la planificación de proyectos de trabajo estables y realistas.
  • La visión se refiere a la proyección que tiene la empresa que la hace distinta de otros negocios en el mercado. Las necesidades de tu empresa frente a la competencia son las que marcan la diferencia, puesto que definen tu identidad como ente laboral y ayudan a tus empleados a visualizar un objetivo común.
  • Los objetivos de tu empresa son las metas pendientes, realizables solo al poner en práctica su misión y visión.
Las políticas generales de una empresa van de la mano. Una no puede existir sin la otra. Sin un propósito ambicioso, ¿cómo se puede creer en una razón de ser o en la proyección de tu carrera profesional como empresario?

De lo macro a lo micro
Definir la cultura empresarial orientará la filosofía de su gestión organizacional. Estas creencias básicas son como un pacto inquebrantable. Con ellas se plantean los intereses empresariales objetivamente, y de esta forma no se dispersan el capital material ni el humano en metas que no son prioridad para el negocio.
Por ejemplo, si quieres incursionar en el mundo de la moda y te interesa el diseño, no puedes pretender que tu negocio abarque todos los ámbitos de este campo profesional. Lo primero a tener en cuenta es la capacidad inicial de la empresa. Al definir claramente cuántos recursos están disponibles (sean materiales, humanos, tecnológicos o financieros), podrás explotar tu productividad desde tus limitaciones.

Al dibujar tu cultura empresarial, piensa en lo macro (lo más grande) a lo micro (lo más específico, pequeño). De esta forma, ahorrarás energías y capital dedicándote a lo que quieres, y evitarás futuras frustraciones.

Siguiendo el ejemplo anterior, la moda es el campo más grande (macro). A partir de él, descarta los ámbitos que no te interesan o no cubren tus necesidades, hasta dar con el más preciso (micro), que sería el diseño. Recuerda que si cuentas con los recursos necesarios para dedicarte a una o más cosas, tu misión, visión y objetivo deben reflejarlo.  

En Asesores Balor, nuestra cultura empresarial es prestar el mejor servicio ayudándote a superarte cada día. Mientras tú, como empresario y líder, sigas creciendo, nosotros tendremos una razón de ser en la competencia empresarial.
Definir los intereses y objetivos de tu empresa orientará tus futuras decisiones.


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